Seleccionar un problema relevante para la organización que pueda ser abordado a través de un enfoque de innovación pública.
Las organizaciones deben realizar un proceso permanente de detección de problemas u oportunidades de innovación, que permitirá no solo considerar proyectos correctivos o reactivos, sino también innovaciones asociadas con la mejora continua o disruptiva.
Si los problemas detectados son similares en factibilidad y relevancia, puedes utilizar otros pares de criterios para evaluar, por ejemplo:
Dependiendo de los criterios utilizados puede cambiar la priorización de problemas.
1. Invitar a participar a representantes de todas las áreas de la organización a un taller de trabajo conjunto.
2. Recopilar y sistematizar toda aquella información que puede ser útil para detectar problemas tales como: métricas de gestión, cumplimiento de objetivos organizacionales, niveles de satisfacción usuaria, reclamos, matriz de riesgo, entre otras.
3. Realizar un listado de todos los problemas detectados en la organización y asignarles un número para facilitar su identificación.
4. Evaluar cada problema identificado en función de dos criterios principales: factibilidad y relevancia.
i. Factibilidad: capacidad interna para abordar el problema, la cual considera posibles restricciones externas, como por ejemplo: legales, tecnológicas, sociales, políticas, etc.
ii. Relevancia: importancia del problema en el contexto actual y su relación con los objetivos estratégicos de la organización.
A continuación, califiquen en equipo cada problema en términos de factibilidad y relevancia, utilizando una escala de 0 a 10. Luego, organizar los problemas según las puntuaciones obtenidas.
5. Elegir aquel problema que obtenga un puntaje más alto en ambos criterios, es decir que sea de mayor relevancia para la organización y a la vez, se estime que tiene una factibilidad alta de ser abordado.
6. Especificar el problema seleccionado, de acuerdo a las instrucciones entregadas en la Herramienta 2 (Definición de un problema inicial).